Hoy me hago eco de esta noticia fruto del XIII Encuestro Tributario que congrega a inspectores de hacienda y especialistas tributarios.
Las conclusiones son claras: el sistema tributario español está agotado, y lo afirma el presidente de la Organización Profesional de Inspectores de Hacienda del Estado (IHE). Se aboga por un cambio total de las viejas estructuras y parece que la actual crisis económica sería el contexto idóneo para tomar decisiones e intentar «arreglar» las deficiencias de las que nuestro sistema tributario adolece.
Desde el punto de vista de la sociología fiscal, como ya he apuntado en este blog en varias ocasiones, nuestro sistema tributario es visto como poco progresivo y bastante injusto por la ciudadanía española. Estas cuestiones están directamente relacionadas con cuestiones propiamente técnicas del propio entramado del sistema, a las que apuntan con acierto los inspectores de hacienda: excesiva dependencia de recaudación de las rentas del trabajo (entre el 80-90% frente al 10% del impuesto de sociedades); escasa progresividad del sistema en el IRPF; desequilibrios por haber desaparecido en algunas CC.AA. el impuesto sobre patrimonio y el de sucesiones y donaciones y en otras no; sistema de incentivos fiscales de los que se benefician principalmente las grandes empresas y nos las PYMES; etc…
Si bien es cierto que los ciudadanos de a pie no son expertos tributarios, no cabe duda que son conscientes de las injusticias y desequilibrios de nuestro sistema, lo que afecta muy directamente en su actitud y responsabilidad fiscal. Y asimismo ocurre con el caso de los autónomos o pequeños empresarios, quienes sufren en sus propias carnes las deficiencias y desigualdades del sistema.
Una empresa pequeña no puede pagar más que una más grande; un ciudadano de clase media no puede tener la sensación de que paga más impuestos que un rico; y no es nada justo que si una persona madrileña recibe una donación pague mucho menos que si la recibiese viviendo en Andalucía (por la diferencia de tipos en el impuesto de sucesiones y donaciones entre CC.AA).
No cabe duda de que los sistemas tributarios deben irse adaptando a la evolución del país, y el nuestro se está quedando atrás de todas aquellas reformas necesarias para mejorar su eficiencia de recaudación y el respeto por los principios básicos. Creo que en cuestiones técnicas hay que dejar hablar a los especialistas, ¿y quiénes van a saber más del sistema tributario que los inspectores de hacienda?
Y al margen de las cuestiones técnicas, pero también de suma importancia, hay que tener en cuenta que de no hacerse una reforma de calado del sistema tributario, los contribuyentes se van a ir alejando más y más de sus responsabilidades y justificando en mayor medida las actitudes defraudadoras, ¿no estáis de acuerdo?
Sigamos reflexionando…
Sociología Fiscal 
Querida Goenaga, nos lo das tan mascadico , que no nos dejas margen para buscar, un recoveco donde hurgar.
La gente de a pie podemos, más o menos ver fallos en el sistema existente, pero como mejorar esto??? Supongo que es cuestión de que los especialistas corrijan fallos e incorporen métodos ya probados en sistemas más modernos.
La única reflexión que te puedo dejar es que, simplificar todo lo posible siempre es deseable, pero si esto se hace a base de impuestos indirectos, el resultado se me antoja un tanto injusto.
Un beso perla !!!!
Estoy de acuerdo, María, con tu descripción de la anomía fiscal de los contribuyentes españoles. Y también creo que nuestro sistema tributario está agotado. Es que se diseñó al final de los años 70 del pasado siglo, sobre principios de los 50-60, y para una sociedad industrial cuyo horizonte era pleno empleo y tejido empresarial PYME. Aquélla sociedad ya no existe. La economía se ha globalizado, pero no se ha cedido soberanía tributaria.
En España, el marco tributario sólo pudo sostener el sistema fiscal durante unos 10 años; luego su suficiencia fue agotándose. Y encima, además de las habituales «termitas fiscales», ha caído sobre nosotros la crisis también política y social.
Así que, yo creo que se necesita mucho más de meros «arreglos» tributarios. Pero, creo que hasta que no se configuren nuevas alianzas políticas y sociales, no habrá nuevo marco tributario. Me temo que va para largo. Claro que, antes que resignarnos, deberíamos aprovechar este tiempo para ahondar en la educación fiscal, ¿no te parece?
Totalmente de acuerdo. Urge cambiar el sistema tributario y al tiempo otras muchas cosas para ir a la par de los nuevos tiempos.
En lo que a tributación se refiere, la mayoría de ciudadanos son responsables y quieren cumplir con sus obligaciones, en realidad son pocos los que buscan tener líos con Hacienda. Hay que corregir pues la proporcionalidad de los impuestos y también dar más facilidades para que puedan cumplir con sus deberes democráticos.
En relación a lo apuntado por el anterior comentario, sería muy oportuno en educacion secundaria instruir acerca de cuestiones económicas, financieras y fiscales para que la ciudadanía tenga un mínimo de formación estos temas.
Gracias por todos vuestros comentarios.
Mi intención es hacer lo más «amigable» y cercana posible la temática fiscal, por lo que mis posts intentan ser muy claros. Todos vivimos rodeados de responsabilidades y derechos como contribuyentes, por lo que reflexionar sobre estos temas es un acto más de ciudadanía.
Parece clara y manifiesta, como bien decís, la necesidad de repensar el actual sistema tributario y redefinir uno acorde a la actual estructura económica de nuestro país. Y claro está que en estos tiempos difíciles, si desde las instancias políticas no quieren que se rompa el «contrato social» Estado-contribuyentes, es necesario apostar por la educación fiscal como la clave para afianzar la responsabilidad fiscal de los españoles.
Sigamos reflexionando…